Rusia ataca Ucrania con más de 70 MISILES CONTRA CIVILES Y MILITARES.

 

Rusia inició este lunes, 10 de octubre, una serie de bombardeos letales contra múltiples ciudades de Ucrania.

Moscú destrozó objetivos y edificios civiles e incluso atacó el centro de Kiev.

En el atententado al menos ocho personas murieron debido a las explosiones.

Vladimir Putin, dijo que los ataques eran una represalia por lo que denominó acciones “terroristas” de Kiev.

En referencia a los intentos de Ucrania de repeler la fuerza de invasión de Moscú y paralizar sus líneas de suministro.

Putin se refería a un ataque que tuvo lugar este fin de semana contra un puente clave que une Rusia con Crimea.

El ataque duró varias horas y supuso una nueva escalada en la guerra de Rusia contra Ucrania.

Al menos ocho personas murieron y 24 resultaron heridas en uno solo de los atentados de Kiev.

 

Putin Equipará Su Flota Con Misil Hipersónico Como Advertencia A Occidente

 

Con la aprobación de una nueva doctrina naval y el anuncio de que la Armada rusa recibirá en los próximos meses los nuevos misiles de crucero hipersónicos Tsirkon.

Que “no tienen análogos en el mundo” y que superan hasta nueve veces la velocidad del sonido.

Esto con un alcance prácticamente ilimitado.

Putin ya anunció en 2018 un programa de rearme con armamento hipersónico.

“Hemos marcado abiertamente las fronteras y zonas de los intereses nacionales de Rusia, tanto económicas como estratégicas, que son vitales”, ha asegurado.

Manifestó que las zonas principales serán zona ártica, las aguas de los mares Negro, de Ojotsk y de Bering.

Además los estrechos del Báltico y las Kuriles.

Asimismo alega que  garantiza su defensa de manera firme y por todos los medios.

Afirma que la flota cumple con éxito y honor las misiones estratégicas en las fronteras del país.

Así también en cualquier lugar del océano.

Enfatiza además que la zona en la que servirá el buque equipado con los misiles hipersónicos Tsirkon se determinará dependiendo de los intereses a la hora de garantizar la seguridad de Rusia”.

La nueva doctrina pone negro sobre blanco la ambición de Moscú de ser una “gran potencia marítima”.