Los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos.

​Muchos niños con el trastorno del espectro autista (TEA) muestran diferencias en el desarrollo cuando son bebés –especialmente relacionados con sus habilidades sociales y del lenguaje. Debido a que por lo general se sientan, gatean y caminan a tiempo, con frecuencia algunas diferencias obvias en el desarrollo de los gestos, juegos de simulación, el lenguaje y las destrezas sociales pasan desapercibidas.

Además de los retrasos en el habla y las diferencias de comportamiento, las familias podrían notar algunas diferencias en la forma como su hijo se relaciona con sus pares o niños de su edad.