El presidente Vladimir Putin no da su brazo a torcer en la guerra con Ucrania. El presidente ruso afronta ya casi dos semanas de batallas, desde que se accediera a la invasión del país el pasado 24 de febrero.
La hostilidad en Ucrania no ha cesado, ya que se están produciendo numerosas bajas, tanto en población civil como militar. La primera consecuencia son los miles de refugiados que ya cruzan la frontera a otros países limítrofes, como es el caso de Polonia o Rumanía.
Las últimas conversaciones que ha tenido Putin con Erdogan y Macron, presidentes de Turquía y Francia, han sido para demandar una serie de exigencias para acabar con la guerra en Ucrania.
Una de ellas es la «desmilitarización y desnazificación» de Ucrania, uno de los principales motivos por los que Rusia comenzó la invasión del país el pasado mes de febrero.