William Shakespeare dijo que “llorar es hacer menos profundo el duelo”. Al dramaturgo inglés no le faltaba razón, si has tenido la desgracia de acudir a un funeral en los últimos años sabrás que se trata de un evento en el que abundan los sollozos, los colores oscuros y la música de acompañamiento. 

El luto constituye la expresión simbólica del sentimiento de pérdida experimentado como respuesta universal a la muerte, una expresión social en sí misma y, por lo tanto, externa y sujeta a una gran variabilidad cultural. Cada comunidad proporciona las normas de comportamiento social, entre las cuales se incluyen las conductas apropiadas para cada momento del duelo.