La Repúbli­ca Dominica­na en ningún momento ha contemplado, menos discutido, la posi­bilidad de intervenir y/o participar en una eventual fuerza de ocupación mili­tar en Haití y, por el con­trario, el gobierno arrecia su ofensiva diplomática a favor de lograr acciones de la comunidad interna­cional para ayudar a la so­lución de los problemas políticos, institucionales, económicos y sociales de esa nación.

Por el contrario de algu­na percepción en tal senti­do, la insistencia del pre­sidente Luis Abinader ha sido que la comunidad in­ternacional –encabeza­da por Estados Unidos, Francia y Canadá– debe actuar con ayuda econó­mica, técnica, profesional masiva para que Haití lo­gre superar los problemas institucionales, sociales y económicos que los afecta seriamente y los mantie­nen en la mira del hemis­ferio y el mundo.