Embarazadas haitianas detenidas en los últimos días por miembros del Ejército e inspectores de Migración en el Noroeste, Santiago y otras partes de la región, dijeron francamente que prefieren sus hijos sean dominicanos “con orgullo” y que ya están decepcionadas de su país.
Afirman que ingresan ilegalmente a suelo dominicano en busca de asistencia, porque no quieren caer en manos de parteras y parteros, que en su país tienen costos inalcanzables a sus posibilidades económicas.
Algunas de estas haitianas, que al momento de su arrestado se notaban angustiadas, manifestaron que aparte de las limitaciones que tienen los hospitales de Haití, allí les cobran altas sumas de dinero cuando acuden a dar a luz.