Las imágenes de cientos de personas invadiendo la pista del aeropuerto de Kabul mientras los aviones militares tratan de abrirse paso para salir del país perseguirán al Ejército de Estados Unidos mucho tiempo y marcarán en buena medida la presidencia de Joe Biden. Son escenas de desesperación, momentos que el mundo no olvidará.

Las comparaciones con la huida de Saigón en 1975, tras el fracaso de Vietnam, han quedado obsoletas. La caótica huida de Kabul de estos días, tras la debacle de un Estado supuestamente construido durante dos décadas, tiene desde ahora su propio lugar en la historia de la humillación militar de Estados Unidos.