Un joven de 22 años, Jake Davidson, ha asesinado este viernes a cinco personas en la ciudad de Plymouth, en el suroeste de Inglaterra, entre ellos, a su madre y a una niña de tres años, víctima del tiroteo indiscriminado que emprendió. El atacante se quitó luego la vida en plena calle, sin que las fuerzas de seguridad tuviesen tiempo de intervenir.

Es el primer suceso de esta naturaleza registrado en el Reino Unido desde 2010 y, aunque la policía descartó prácticamente desde el principio una motivación política, está siendo investigado como el primer incidente de violencia relacionado con el movimiento incel, una corriente radical misógina originada en Estados Unidos a la que se atribuyen episodios similares.