El mercado fronterizo más que nunca ha convertido en un aliciente para habitantes de la línea fronteriza y sudeste de Haití, tras el terremoto. Este viernes así se evidenció con la cantidad de haitianos que asistieron a adquirir alimentos y otros productos al intercambio comercial.

El negocio bilateral al parecer es el único medio de subsistencia de los pueblos que colindan en la división fronteriza de ambos lados, donde las familias se abastecen de productos manufacturados, agrícolas y hasta mercancía como ropas, zapatos, tenis y otros.

Actualmente muchos haitianos adquieren productos no solo para la canasta familiar, sino que también para venderlos en calles y lugares de la provincia de Pedernales y pueblos fronterizos de su país.