La victoria vertiginosa de las milicias talibana ha sorprendido a la opinión pública internacional. A pesar de contar con una fuerza cinco o seis veces menor, los insurgentes han convertido la “guerra de posiciones” de los últimos meses, consistente en la consolidación del dominio de las zonas rurales y poco pobladas, en una “guerra de movimientos” simultánea en varios frentes, aprovechando la debilidad patente del adversario y la anunciada pasividad de Estados Unidos, que estaba culminando su retirada militar.

Los talibanes no están a favor de permitir que los afganos abandonen Afganistán, dijo este martes el portavoz talibán Zabiullah Mujahid durante una conferencia de prensa cuando se le preguntó sobre la fecha límite del 31 de agosto.