El ataque cibernético a una importante red de oleoductos en Estados Unidos provocó temores de una escasez de gasolina, motivando compras por nerviosismo y la suspensión temporal del gobierno de las normas anti polución en tres estados y la capital del país para asegurar el suministro.

Un ataque de “ransomware” el viernes a Colonial Pipeline obligó a la compañía a cerrar toda su red, aunque los expertos de la industria dicen que cualquier falta de combustible será temporal.