Sally se degradó a tormenta tropical este miércoles, pero su amenaza persiste para Alabama y Florida. En su camino está dejando «inundaciones históricas y catastróficas». El paso lento del ciclón seguirá golpeando partes de los dos estados, afectados desde que tocó tierra como huracán categoría 2.

Cerca de 12 horas después de que Sally llegó a tierra, hay automóviles parcialmente sumergidos, casas y puertos deportivos destrozados y más de medio millón de clientes sin electricidad. Además, los efectos de la tormenta tropical obligaron a rescates por agua y provocaron la caída de árboles. Hay graves inundaciones en Florida y Alabama mientras Sally se mueve a un ritmo agónicamente lento desde la mañana de este miércoles.