La construcción del teleférico de Santo Domingo avanza como una apuesta para aliviar el caos del tránsito capitalino. Sin embargo, la instalación de columnas y estaciones ha provocado conflictos con residentes y comerciantes de sectores impactados.

Habitantes de comunidades como Gualey y Los Tres Brazos denuncian desalojos inciertos, compensaciones insuficientes y riesgos a su seguridad. Expertos en urbanismo advierten fallas de planificación y emplazamientos que afectan la movilidad y el patrimonio comunitario.

Aunque el proyecto promete beneficiar a miles de personas con un transporte rápido y no contaminante, las quejas evidencian la necesidad de mayor diálogo, respeto a los derechos ciudadanos y una ejecución más humana de las obras públicas.