El caso de Yoferny, una adolescente de 16 años diagnosticada con el síndrome Cri-du-chat “maullido de gato”, fue presentado en un reportaje que expone la crudeza de esta condición genética. El trastorno, causado por la pérdida de un segmento del cromosoma 5, ha afectado gravemente su desarrollo físico y neurológico, impidiéndole caminar, hablar y controlar conductas autolesivas.

Su madre, Johanna Lucía Gil, relata los primeros años de vida de la joven, marcados por el llanto característico similar al maullido de un gato, el retraso motor profundo y la incapacidad para alimentarse y sostenerse por sí misma. Durante más de una década, la familia ha enfrentado rehabilitaciones, crisis sensoriales, comportamientos agresivos y múltiples complicaciones médicas asociadas al síndrome.

El reportaje señala que el trastorno carece de cura y su atención se basa en terapias continuas para mejorar la movilidad y la calidad de vida. Johanna pide apoyo para suplir insumos básicos como pañales, leche y asistencia terapéutica en el hogar. A pesar de las dificultades, la madre afirma que Yoferny es su mayor tesoro y que continuará cuidándola con dedicación absoluta.