La Policía Nacional amplía los interrogatorios para esclarecer el rapto y posterior asesinato de Erick Peña, de 34 años, cuyo cuerpo apareció este martes con un impacto de bala en la cabeza. El cadáver fue localizado entre matorrales en la carretera que conecta con La Toma, en San Cristóbal, mientras que su vehículo fue hallado calcinado cerca del vertedero de Rafey, en Santiago, lo que refuerza la gravedad y planificación del hecho.
Entre las hipótesis manejadas por los investigadores figura una posible venganza vinculada a un caso de robo previamente denunciado por el padre de la víctima. Sin embargo, las autoridades recalcan que, por el momento, ninguna versión ha sido confirmada y que siguen reuniendo evidencias para determinar el móvil real del crimen.
Peña fue secuestrado mientras atendía su negocio en el sector Gazcue. Su cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Patología Forense del Hospital Marcelino Vélez Santana, donde familiares y amigos se abstuvieron de ofrecer declaraciones. La Policía asegura que continuará profundizando en líneas de investigación hasta esclarecer por completo el caso.