En el programa La Hora del Contacto, el comunicador Brea Frank planteó una inquietud que generó debate inmediato: ¿quién entiende al público dominicano y sus exigencias hacia artistas como Shelow Shaq? La reflexión surgió luego de que las boletas para su aniversario artístico se agotaran en horas, evidenciando una demanda masiva pese a los cambios estilísticos que han marcado su carrera. La respuesta del público volvió a mostrar la fuerza comercial del artista, incluso tras su transición hacia un contenido menos explícito que en sus inicios.
A lo largo de su trayectoria, Shelow Shaq experimentó una evolución musical caracterizada por letras más limpias, melodías elaboradas y temas de corte emocional, como se aprecia en su álbum Carácter de Urgencia. Este proyecto, que incluye colaboraciones con Mozart La Para, Kiko el Presidente, Secreto y otros exponentes, muestra una madurez evidente. Sin embargo, dicha etapa pasó casi desapercibida para críticos, comentaristas y gran parte de la audiencia, quienes no reconocieron ese esfuerzo artístico hasta que una controversia con Lápiz Consciente volvió a dirigir los reflectores hacia él.
Paradójicamente, el mayor impulso reciente provino de una canción cuyo título irreverente la volvió viral, devolviendo al artista al centro de la conversación. Para Brea Frank, la situación revela la contradicción del mercado: el público exige calidad, pero premia más lo provocador. Shelow Shaq, con responsabilidades económicas y una familia que mantener, enfrenta así el dilema de seguir la ruta de madurez artística o continuar creando el contenido que la audiencia realmente consume. Una tensión que expone, una vez más, la compleja relación entre demanda popular y evolución creativa.