El exsenador Andrés Bautista protagonizó un momento cargado de emoción durante su intervención en el caso Odebrecht. Frente al tribunal, cuestionó la actuación del Ministerio Público y denunció la supuesta manipulación de documentos legislativos que, según afirmó, fueron ocultados o negados en etapas clave de la investigación. Su discurso, interrumpido en varias ocasiones por llamados al orden, reflejó su frustración ante lo que definió como “cinismo” en el proceso.
Bautista enfatizó que los contratos vinculados al caso fueron aprobados después de su salida de la presidencia del Senado en 2006. Aseguró que durante su gestión no existió ningún escándalo administrativo y defendió la transparencia con la que entregó la institución, destacando auditorías, ausencia de deudas y fondos disponibles en cuentas bancarias. Reiteró que el Ministerio Público presentó transferencias supuestamente realizadas en fechas en las que ya no ejercía funciones legislativas.
El imputado concluyó su defensa apelando a su trayectoria personal y laboral, afirmando que su patrimonio proviene de décadas de trabajo en el sector productivo. Señaló que su honra y la de su familia han sido afectadas por acusaciones que él considera infundadas. Su intervención cerró con un llamado a la reflexión del tribunal sobre la importancia de preservar la integridad en los procesos judiciales de alto impacto público.