Tras emitirse el fallo del juez Francisco Ortega, los imputados del caso Odebrecht fueron trasladados nuevamente al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva bajo estrictas medidas de seguridad. Solo Ángel Rondón se detuvo brevemente para expresar su descontento, calificando la decisión judicial como “irresponsable” y asegurando que la Procuraduría no ha presentado pruebas en su contra. Su declaración evidenció la tensión que sigue generando el proceso entre los señalados y la opinión pública.
En el lugar, el abogado Amadeo Peralta explicó que el traslado definitivo de los imputados a las cárceles de Najayo y La Victoria no ocurriría de inmediato, ya que la Procuraduría debe completar trámites administrativos y preparar los espacios donde cumplirán las medidas de coerción. En el caso particular de Rondón, Peralta destacó que su envío a La Victoria tomó a muchos por sorpresa, lo cual obligará a gestionar adecuaciones especiales antes de su ingreso.
El procurador general, Jean Alain Rodríguez, calificó la jornada como un paso trascendental en la lucha contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito. Mientras tanto, familiares de los imputados continúan llegando al Palacio de Justicia con evidente preocupación, a la espera del dispositivo final que autorice los traslados. El ambiente se mantiene bajo vigilancia estricta, y la prensa permanece en el lugar para cubrir cada avance del proceso.