El comunicador Salvador Holguín criticó con contundencia el trato privilegiado otorgado al imputado Ángel Rondón, señalado por su rol en el esquema de sobornos de Odebrecht. Holguín cuestionó que el acusado, pese a enfrentar cargos graves de corrupción y sobrevaluación de obras, pudiera decidir la cárcel donde prefería cumplir prisión preventiva. Calificó esta situación como una distorsión inaceptable del sistema de justicia.
Durante su intervención, el periodista reprochó que en el país figuras vinculadas a escándalos de lavado, sobornos y estructuras mafiosas hayan sido distinguidas en el pasado con honores oficiales, mientras ciudadanos íntegros nunca reciben reconocimiento. Consideró que este patrón contribuye a la impunidad y debilita la confianza pública en las instituciones. Además, enfatizó que la prioridad debería ser preservar información clave para desmantelar la red de corrupción, no conceder beneficios especiales a los acusados.
Holguín también señaló como preocupante que familiares del imputado pudieran supervisar las condiciones de reclusión dentro del penal, un privilegio que, según afirmó, no se concede a ciudadanos comunes. A su juicio, estas concesiones representan un retroceso en los esfuerzos por establecer precedentes firmes contra la corrupción. Reclamó que la justicia actúe sin excepciones ni tratamientos diferenciados, y concluyó advirtiendo que la ciudadanía observa con frustración cómo se altera el proceso originalmente anunciado como ejemplar.