El exfuncionario Roberto Rodríguez arribó a su residencia en el sector La Castellana, en la capital, donde cumplirá una medida de coerción de nueve meses de arresto domiciliario. Rodríguez llegó acompañado de uno de sus abogados, tras la decisión del magistrado Francisco Ortega en el marco del caso de corrupción administrativa que enfrenta. Su llegada fue captada en vivo, generando amplia cobertura mediática dada la relevancia pública del proceso.
Sus abogados, Claudio Estefan y Francisco Campos, valoraron la decisión judicial señalando que, aunque consideran que no procedía ninguna medida coercitiva, el hecho de que el exfuncionario pueda permanecer en su hogar representa “un alivio” dentro de la compleja situación legal. Ambos enfatizaron que Rodríguez presenta serios problemas de salud, entre ellos arritmia cardíaca y condiciones psicológicas que fueron documentadas previamente ante el tribunal. También explicaron que los primeros días en prisión afectaron aún más su bienestar.
La defensa adelantó que evaluarán la sentencia para determinar si procede una apelación, pero indicaron que el enfoque inmediato será la recuperación física y emocional del imputado. Aseguraron que durante su breve estadía en prisión recibió medicamentos, aunque evitó ver médicos debido a su estado anímico. Ahora, con el inicio de la prisión domiciliaria, especialistas lo asistirán directamente en su residencia.