En una reciente entrevista en Mujeres al Borde, la actriz Judith Rodríguez compartió detalles profundos sobre su experiencia en la película Carpinteros, destacada por su crudeza, calidad artística y acceso inédito a centros penitenciarios dominicanos. La intérprete explicó que las escenas íntimas, incluida una secuencia de masturbación femenina, representaron un reto emocional y técnico debido al tabú social que rodea la sexualidad de la mujer. Señaló que debió superar prejuicios interiorizados para encarnar con autenticidad a su personaje, bajo la dirección de José María Cabral.
Rodríguez relató que la reacción del público penitenciario, durante una proyección especial en Najayo, fue uno de los momentos más significativos de todo el proceso, pues los internos se identificaron profundamente con la historia. También anunció que Carpinteros continúa recorriendo festivales internacionales y que pronto estrenará Cocote, otro proyecto dominicano con exhibición previa en Cannes. La actriz subrayó el compromiso del cine local con narrativas reales y socialmente relevantes.
Durante la conversación, Rodríguez reveló el capítulo más complejo de su vida: el diagnóstico de un cáncer agresivo a los veinte años. Narró que pasó por un deterioro físico extremo, estuvo al borde de la muerte debido a complicaciones con el tratamiento y experimentó una vivencia cercana a la muerte. Según contó, tras un episodio crítico, despertó con una mejoría inesperada que los médicos confirmaron meses después como la desaparición total del tumor. Atribuyó su recuperación a un milagro y al apoyo emocional de su familia.