En su programa Yadira en Vivo, la reconocida abogada de inmigración Yadira Morel respondió la inquietud de Wendoli Domínguez, una maestra de Puerto Plata que ha visto negada su visa de paseo en tres ocasiones, incluso después de contraer matrimonio. Domínguez explicó que su intención no es emigrar a Estados Unidos, sino viajar de manera temporal. Sin embargo, el cónsul le sugirió ser solicitada por su esposo, lo que ella rechazó porque no desea residir en ese país.
La doctora Morel fue directa al señalar que la situación no depende de preferencias personales, sino de criterios de inmigración basados en lógica y consistencia. Explicó que, al estar casada con un residente estadounidense, el sistema presupone que ambos cónyuges desean vivir juntos. Por esta razón, las posibilidades de obtener una visa de paseo se reducen significativamente, pues el vínculo matrimonial crea la presunción de intención migratoria.
Morel subrayó que no se trata de una decisión arbitraria del cónsul, sino de un principio fundamental de coherencia familiar para las autoridades migratorias. Insistió en que una pareja normalmente busca estar unida y que esa expectativa pesa más que cualquier argumento laboral o personal. Concluyó su intervención recomendando aceptar la realidad migratoria: los cónyuges de residentes rara vez califican para una visa de turismo.