En una conversación marcada por reflexiones profundas, el panel de Mujeres al Borde analizó el impacto de las redes sociales en la autoestima, especialmente entre generaciones jóvenes expuestas a una presión constante. La especialista invitada explicó que los centennials —nacidos entre 1995 y 2010— presentan los niveles de autoestima más bajos registrados, consecuencia de crecer recibiendo miles de estímulos digitales que comparan cuerpos, estilos de vida y validaciones externas en tiempo real.
Durante el debate, se abordó el impacto sexista que enfrentan las mujeres, quienes continúan siendo juzgadas por su vida íntima, apariencia, número de parejas y hasta por mostrar éxito sin la aprobación social “correcta”. Mientras los hombres reciben indulgencia ante comportamientos similares, las mujeres siguen cargando etiquetas como “chapeadora” o “problemática”. Las panelistas recordaron que esta doble moral no solo afecta la autoestima, sino también las relaciones de pareja y la estabilidad emocional.
Las figuras públicas presentes relataron cómo los rumores, los comentarios malintencionados y el morbo digital han perjudicado sus relaciones afectivas, evidenciando el llamado “daño colateral” que generan los haters. El programa concluyó con un mensaje claro: la aprobación externa no determina el valor personal. Las mujeres están llamadas a blindarse emocionalmente, dejar de atacar a otras mujeres, y entender que la vida privada no debe ser moneda de especulación social.