La periodista Altagracia Salazar cuestionó la atención desmedida que recibe Ángel Rondón y el traslado de los imputados del caso Odebrecht, afirmando que el país ha convertido un proceso judicial en simple entretenimiento. Señaló que mientras se remodelan cárceles y se despliegan operativos especiales, los problemas reales siguen desatendidos. A su juicio, la cobertura desproporcionada sólo alimenta distracción pública, similar a casos mediáticos como el de Sobeida Félix.

Salazar expresó indignación al recordar su visita a los alrededores de Najayo, donde observó trabajos apresurados y condiciones que no representaban mejoras para la mayoría de los internos, sino para figuras de alto perfil. Criticó la idea de que la ciudadanía esté “pendiente de ver cómo se llevan unos presos”, cuando cientos de procesos similares pasan desapercibidos cada día sin despertar la misma obsesión colectiva.

La comunicadora alertó sobre una cultura mediática donde la frontera entre información y espectáculo se diluye. Recordó episodios en los que escándalos fueron usados como distracción, insistiendo en que el país debe enfocarse en problemas estructurales como salud, justicia, servicios de emergencia y transparencia institucional. Para Salazar, seguir magnificando casos individuales sólo sirve para encubrir fallas graves del Estado.