Gran indignación ha generado en México un video viral que muestra a un líder de taxistas obligando a dos choferes a besarse en la boca a cambio del permiso para operar sus vehículos. El hecho ocurrió en el estado de Oaxaca, donde el dirigente identificado como Javier Córdoba —conocido por su gorra y su tono autoritario— presionó a los conductores mientras él y otros grababan la escena con sus teléfonos celulares. En la grabación se escucha cómo los presentes exigen que el beso sea “más apasionado y largo”, e incluso piden que se toquen las partes íntimas.

El video, que circula ampliamente en redes sociales, muestra a uno de los hombres forzado a participar en la humillación, y posteriormente escupiendo y lavándose la boca como gesto de rechazo. El suceso ha desatado una ola de repudio en todo el país. “No tienen por qué denigrar a nadie de esa manera. En Oaxaca se vive un estado sin ley”, expresó un testigo bajo anonimato por temor a represalias. Los taxistas locales han evitado pronunciarse públicamente, temiendo consecuencias laborales o físicas por parte del grupo que lideraba Córdoba.

Las autoridades del estado de Oaxaca abrieron una investigación contra el dirigente por presunto abuso sexual y discriminación. El sindicato de taxistas se deslindó del hecho, afirmando que la conducta del implicado no representa sus valores ni las normas que rigen la organización. Aunque Córdoba fue separado de su cargo, algunos aseguran que aún controla más de 60 taxis y que el grupo simplemente se dividió tras el escándalo. El caso ha reavivado el debate sobre el abuso de poder y la falta de control institucional en el transporte público mexicano.