Miralba Ruiz, reconocida comunicadora, reflexiona sobre los múltiples roles que las mujeres modernas desempeñan: madres, esposas y profesionales. Reconoce que, aunque no es fácil, responde a lo que la sociedad exige hoy. “Hemos elegido manejar roles a la vez. Eso implica sacrificios, retos y negociación constante”, afirma. Para ella, el rol de madre es el más desafiante, pues supone formar seres humanos que impactarán la sociedad.
Contrario a lo que temía, Miralba relata que la maternidad impulsó, y no obstaculizó, su carrera. “Me dio sensibilidad, organización y prioridades claras”, explica. Recomienda que, si una mujer puede detener su vida laboral para estar más presente en los primeros años de sus hijos, lo haga. Es un tiempo irrepetible. Habla del valor de la lactancia y del acompañamiento emocional temprano, diciendo: “Hay puertas emocionales que, si no se abren entre los cero y tres años, después no hay psicólogo que las abra”.
Ruiz aborda también el equilibrio entre pareja e hijos: “Los hijos no son competidores, son un proyecto compartido”. Acepta que nace la culpa con la maternidad, pero insiste en no ser tan duras con nosotras mismas. Su mensaje final es claro: la maternidad, como la vida, es un acto de malabar —dar a cada rol lo que requiere, sin perderse en ninguno.