Una carta dirigida al nuncio apostólico encendió nuevamente el debate sobre la venta de terrenos pertenecientes a la Iglesia Católica. El documento, firmado por Monseñor Miguel Ángel Santanamarcano, presidente del Tribunal Eclesiástico, y respaldado por 120 sacerdotes de Santo Domingo, solicita investigar por qué el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez vendió propiedades donadas a la institución y cuál fue el destino del dinero obtenido.

En la misiva, fechada el 23 de febrero de este año, Santanamarcano señala que los terrenos, colindantes con la sede de la Conferencia del Episcopado Dominicano, fueron dejados por el fallecido cardenal Octavio Antonio Beras Rojas y estaban destinados a la construcción de la Casa del Clero. Las parcelas se ubican en la intersección de las avenidas Bolívar y Núñez de Cáceres, zona donde hoy se encuentra la Plaza Downtown, luego de ser vendidas al empresario Víctor Carradil, propietario de los Cinemas Centro, según denuncias difundidas previamente por medios de comunicación.

Los sacerdotes también cuestionan por qué, pese a que las denuncias sobre la presunta venta irregular llevan años circulando, es ahora cuando se presenta de manera formal este reclamo. La solicitud busca que se determinen responsabilidades y se esclarezca si las transacciones se realizaron en beneficio de la institución eclesiástica o de intereses particulares.