La jornada en la Procuraduría General quedó marcada por un incidente que afectó tanto a periodistas como a jóvenes manifestantes. Durante una protesta pacífica, miembros de seguridad lanzaron una pastilla de gas lacrimógeno dentro del área, provocando caos, desorientación y riesgo para todos los presentes. El fotoperiodista Franklin Guerrero documentó el momento y relató su experiencia en medio del tumulto.
Según su testimonio, la situación se tornó peligrosa en cuestión de segundos. Los jóvenes que ocupaban el despacho fueron alcanzados por el gas, mientras reporteros que cubrían los hechos quedaron atrapados en el mismo ambiente sin posibilidad inmediata de evacuar. La falta de un protocolo adecuado agravó el impacto, generando un ambiente de tensión que pudo terminar en tragedia.
El incidente reavivó el debate sobre el uso de la fuerza en espacios institucionales y la responsabilidad de los agentes encargados de la seguridad. Diversas figuras públicas denunciaron la medida como desproporcionada y carente de criterio diplomático. El material recopilado por Guerrero alimenta ahora la discusión sobre prácticas de seguridad que requieren revisión urgente.