El conflicto legal entre los actores Julián Gil y Marjorie de Sousa continúa intensificándose, luego de que la defensa de Gil denunciara que en la demanda de manutención existen insinuaciones que lo señalan como violento y consumidor de sustancias ilegales. Según el abogado del actor, Rodrigo Carmona, dichas acusaciones carecen de fundamento y han afectado profundamente a su representado, quien busca únicamente establecer un régimen claro para ver a su hijo Matías, de apenas tres meses de nacido.
El caso se originó cuando Gil acudió por vías legales para solicitar visitas a su hijo, mientras que la respuesta de Marjorie incluyó la solicitud de pruebas psicológicas y toxicológicas para el actor. En medio de esta disputa, Gil publicó un video en sus redes sociales mostrando que sí estuvo presente en el nacimiento del niño, gesto que, según su abogado, busca aclarar rumores y demostrar a su familia cercana que las insinuaciones en su contra son infundadas. La defensa insiste en que la intención de Gil es ejercer su rol como padre de manera estable y continua.
El enfrentamiento entre ambos artistas ha generado un fuerte debate público y opiniones divididas en redes sociales. Analistas y comunicadores han criticado el manejo del conflicto, señalando que la exposición mediática podría perjudicar a Matías en el futuro. También cuestionan a amigos y allegados de ambas partes que han intervenido públicamente, alimentando la polémica. La preocupación central radica en que, mientras las acusaciones crecen, se pierden momentos irrepetibles en la vida del menor.