Un hombre hispano residente en Nueva Jersey vivió un giro inesperado en su vida al ganar la lotería dos veces en un lapso de 30 días. Juan —nombre cambiado por seguridad— trabajaba en una factoría cuando, en 2014, decidió comprar dos boletos raspaditos Win for Life mientras paseaba un domingo por la ciudad de Newark. Uno de los tickets resultó premiado, otorgándole 500 dólares semanales de por vida.

Treinta días después, la suerte volvió a favorecerlo al jugar el Powerball, aunque a punto estuvo de perder su oportunidad debido a un error del bodeguero que marcó los números incorrectos. Juan revisó el boleto al salir, regresó para corregirlo y conservó el ticket equivocado, con el cual al día siguiente descubrió que había ganado un millón de dólares. Pese a su nueva fortuna, continuó trabajando un año más en la fábrica mientras analizaba cómo invertir.

Hoy, convertido en un próspero empresario de bienes raíces, asegura que el secreto para ganar está en la perseverancia y la fe. Afirma que el dinero no ha cambiado su esencia y que sigue siendo “el mismo humilde trabajador de factoría”. Su historia ha generado simpatía entre la comunidad hispana, que ve en su testimonio un ejemplo de constancia y optimismo.