En una entrega especialmente emotiva de Chévere Nights, la invitada Lucía García abrió su corazón para compartir, junto a su hijo Miguel, un testimonio que conmovió a toda la audiencia. Lucía relató cómo su vida cambió radicalmente desde el primer instante en que escuchó los latidos del corazón de su bebé durante el ultrasonido. Aseguró que aquel sonido fue un punto de quiebre emocional que despertó en ella una sensibilidad nueva y una determinación que jamás había sentido.
Durante la conversación, Lucía explicó que la transformación que vivió no fue únicamente física, sino profundamente mental y emocional. Contó que al sostener a Miguel por primera vez, comprendió que su manera de ver el mundo había cambiado para siempre. Su hijo se convirtió en fuente de motivación diaria, en guía y en motor de fortaleza. “Uno no vuelve a ser la misma persona después de ser madre”, expresó con una serenidad que llenó el estudio.
Miguel, sentado a su lado, mostró la complicidad y el cariño que define su vínculo. La presentadora resaltó la energía positiva que irradia la familia y la autenticidad de Lucía al narrar su experiencia. La entrevista concluyó con un mensaje inspirador sobre el poder transformador de la maternidad, dejando claro que, para Lucía, Miguel no solo cambió su cuerpo: cambió su vida entera.