El sacerdote Rogelio Cruz reaccionó con sorpresa ante el escándalo por la venta de terrenos vinculados a miembros de la Iglesia Católica. Aseguró que este caso es solo “un detonante” de situaciones que podrían salir a la luz y que hasta ahora se han mantenido ocultas dentro de la institución. Sus declaraciones se suman a las reacciones generadas tras la denuncia presentada ante la más alta instancia eclesiástica.

Cruz destacó que es significativo que la alerta provenga desde el propio liderazgo de la Iglesia, lo que a su juicio marca un momento de cambio interno. Señaló que este tipo de cuestionamientos no debe ser ignorado y que la institución tiene la responsabilidad de explicar con transparencia el destino del dinero proveniente de la controvertida venta.

El sacerdote indicó que los terrenos debieron ser preservados como patrimonio por su valor histórico y formativo, especialmente para los miles de sacerdotes educados en el seminario Santo Tomás de Aquino. Recalcó que la prioridad debía ser proteger espacios que representan la memoria y el legado espiritual de la Iglesia.