Un video difundido en redes y presentado en Despierta América muestra a un pasajero, identificado como médico, siendo arrastrado por la policía tras negarse a ceder su asiento en un vuelo sobrevendido rumbo a Louisville. Las imágenes, que lo muestran sangrando mientras agentes lo sacan por la fuerza, desataron una ola de críticas y preguntas sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades y la responsabilidad de la aerolínea.
Legalmente las aerolíneas pueden sobrevender vuelos y solicitar voluntarios para ceder su plaza; si nadie acepta, la compañía puede retirar pasajeros seleccionados y debe compensarlos. No obstante, especialistas y panelistas del programa coincidieron en que la respuesta policial pudo haber sido excesiva: aunque la seguridad aérea se endureció desde el 11-S, los derechos de los pasajeros y el trato proporcional deben preservarse, sobre todo cuando se trata de profesionales con compromisos urgentes, como el caso de un médico que debía atender pacientes.
El incidente abrió un debate sobre protocolos aeroportuarios, transparencia de las aerolíneas y el entrenamiento de los cuerpos de seguridad para manejar conflictos en vuelos. Mientras crecen las demandas públicas de sanciones y explicaciones, abogados y defensores de derechos civiles advierten que la aerolínea y la policía podrían enfrentar investigaciones y reclamos legales por daños y abuso de autoridad.