Un camarógrafo sudafricano que filmaba un documental sobre fauna recibió un pedido insólito cuando una hembra de rinoceronte se aproximó y le solicitó que le rascara la barriga. El hecho ocurrió en una reserva natural durante una jornada de rodaje y fue registrado en video por el propio reportero, cuyo testimonio se difundió rápidamente en redes sociales.

En la grabación el autor del material relató que el animal caminó directamente hacia él y mantuvo un comportamiento tranquilo hasta el contacto; comentó además que, ante la conducta del rinoceronte, la única reacción prudente era seguir la indicación del animal para evitar provocarlo. Expertos en fauna consultados por este medio señalan que acercarse a grandes mamíferos es impredecible y que la calma del ejemplar no garantiza la ausencia de riesgo.

Las autoridades de la reserva recordaron la obligación de mantener protocolos de seguridad durante los rodajes y recomendaron que los equipos trabajen siempre con guías especializados y con medidas de protección adecuadas. El incidente, pese a su tono anecdótico, reavivó el debate sobre la convivencia entre cámara y naturaleza y subrayó la importancia de priorizar la seguridad humana y animal en escenarios de filmación.