La periodista Nuria Piera reveló una nueva investigación sobre irregularidades en el Ministerio de Educación, centrada en las nóminas de los distritos escolares. Según el reportaje, numerosos directores han convertido las nóminas institucionales en listas familiares, incluyendo a parientes, allegados y simpatizantes políticos que cobran sin trabajar. Este patrón, detectado en varios municipios del país, representa una fuga millonaria de recursos del 4% destinado a la educación. Piera señaló que, pese a las promesas del ministro de Educación de corregir la situación, aún persisten decenas de “botellas” y nombramientos irregulares.

El equipo de investigación comprobó que en distritos como Luperón, Neiba y Tamayo figuran empleados inexistentes o familiares de directores con salarios públicos. En Luperón, la directora Rosa Reyes González tiene a su hija, sobrinos y cuñados cobrando sin presentarse a trabajar, mientras que en Tamayo y Neiba, los directores Bruno Matos Santana y Francisca Félix Vargas mantienen nóminas infladas con choferes, auxiliares y digitadores vinculados por lazos familiares. En muchos casos, las instituciones confirmaron no conocer a las personas incluidas en la nómina oficial.

El reportaje, respaldado con llamadas, documentos y testimonios, evidencia una práctica sistémica de nepotismo y corrupción administrativa. Esta situación afecta directamente al personal docente y administrativo que sí cumple funciones, pero debe asumir tareas adicionales ante la falta de personal real. La investigación de Piera reabre el debate sobre la transparencia en el manejo de fondos públicos y la urgente necesidad de depurar las nóminas en el sector educativo dominicano.