El periodista Huchi Lora analizó recientemente las declaraciones de la exjueza Awilda Reyes Beltré, quien renunció a su cargo en medio de un proceso disciplinario y penal. La exmagistrada, envuelta en acusaciones de recibir sobornos y vender sentencias, aseguró que “cuelga la toga, pero no su dignidad”, afirmando ser víctima de una estructura mafiosa dentro del sistema judicial dominicano. Su decisión busca evadir el juicio disciplinario, aunque continuará enfrentando cargos penales.
Según las investigaciones, Reyes Beltré habría emitido fallos favorables a figuras vinculadas con narcotráfico y corrupción, como el narcotraficante Arturo del Tiempo Marqués y los responsables del fraude del Banco Peravia. También se le atribuye haber recibido dinero a cambio de liberar a un regidor acusado de asesinatos. El caso, ampliamente comentado por Lora, evidencia las grietas de un sistema judicial debilitado por intereses políticos y económicos.
Huchi Lora señaló que estas denuncias reavivan el debate sobre la independencia judicial en República Dominicana y la necesidad urgente de reformas estructurales. La vinculación de abogados y jueces en redes de corrupción, según el comunicador, demuestra la existencia de un entramado que compromete la justicia misma. Mientras tanto, el caso de Reyes Beltré se convierte en un símbolo del colapso ético que sacude al Poder Judicial y expone la vulnerabilidad institucional del país.