En una emotiva entrevista con Ingrid Gómez para Mujeres al Borde, la empresaria Estela León de Fernández compartió los inicios de su trayectoria profesional, sus valores familiares y el camino que la llevó a convertirse en una de las líderes más respetadas del ámbito corporativo dominicano. Con más de dos décadas de experiencia, León recordó su paso por el Grupo León Jiménez, donde formó parte del comité ejecutivo y representó al conglomerado en foros públicos y privados. Destacó que su motivación nació desde la niñez, inspirada por el ejemplo de trabajo y disciplina de sus padres en Santiago, y que el éxito no provino de la comodidad, sino del “hambre de seguir buscando, aprendiendo y creciendo cada día”.

Durante la conversación, la empresaria reflexionó sobre el peso de pertenecer a una familia de empresarios y cómo, lejos de ser una carga, se convirtió en una fuente de aprendizaje constante. “El destino se traza con lo que siembras en la niñez”, expresó León, señalando que los pilares de su formación —el respeto, la humildad, la pasión por el trabajo y el amor por el conocimiento— fueron determinantes para su desarrollo. Reconoció además la influencia complementaria de sus padres: su madre, una mujer enérgica y decidida; y su padre, un hombre sereno, detallista y comprometido con la educación, quienes juntos moldearon su carácter equilibrado y perseverante.

Hoy, al frente de Engage Burson Marsteller, León promueve una cultura organizacional basada en la ética, el propósito y la colaboración. Explicó que su empresa nació del deseo de construir proyectos con impacto social, donde la comunicación sea una herramienta para transformar y trascender. “El trabajo me hace feliz. Me inspiran las personas que agregan valor, las que suman con pasión”, afirmó. Su historia, marcada por la constancia y la sensibilidad humana, es un testimonio de que el verdadero liderazgo no se impone, se inspira.