Robby Cabral, un joven dominicano residente en Estados Unidos, transformó una crisis personal en una oportunidad de innovación tecnológica. Tras perder su empleo y caer en depresión, decidió ir al gimnasio, donde observó un problema cotidiano: la dificultad de manejar los candados tradicionales. Inspirado por esta experiencia, concibió la idea de crear un candado que combinara seguridad biométrica con un sistema de llave convencional. Así nació BenjiLock, un dispositivo que reconoce huellas digitales y permite hasta cuatro usuarios, garantizando practicidad, seguridad y velocidad en su apertura.
El diseño de Cabral no solo representa un avance en la tecnología de seguridad, sino también una muestra de resiliencia. Su creación le valió el prestigioso Premio CES 2017 a la Innovación, otorgado en Las Vegas, la feria de electrónica de consumo más importante del mundo. El producto, impermeable, resistente y con batería de un año de duración, llamó la atención de inversionistas internacionales y cadenas como Best Buy, Target y Walmart, abriendo un nuevo horizonte para su creador.
Actualmente, Cabral se prepara para lanzar distintas versiones del candado inteligente a precios accesibles, buscando democratizar el acceso a la tecnología de seguridad personal. Su historia demuestra que la creatividad, la disciplina y la fe en las propias ideas pueden convertir un momento de adversidad en una puerta abierta hacia el éxito. Con BenjiLock, este dominicano ha dejado claro que los sueños también se abren con las huellas del esfuerzo.