decisión adoptada por el Consejo Nacional de Disciplina de la organización. La resolución, según el comunicado del partido, se fundamenta en presuntas violaciones a estatutos y al reglamento de ética; Guido calificó la sanción de arbitraria y anunció que la combatirá por las vías legales correspondientes.

El exdirigente sostuvo que la medida obedece a intereses internos y a una persecución política encabezada, a su juicio, por la actual dirección del partido; recordó además las denuncias que ha presentado contra manejos financieros dentro de la organización. Aseguró disponer de recursos para impugnar la sanción en las instancias internas y en la justicia ordinaria y electoral, y mantuvo que no renuncia a su defensa ni a su activismo público.

Guido aseguró estar sereno y centrado en su familia y en la estrategia legal: apelará la expulsión y esperará los plazos procesales para demostrar, dijo, la politización del expediente disciplinario. El caso reaviva tensiones internas en el PRD y seguirá de cerca la opinión pública mientras el exdirigente prepara sus recursos y declaraciones.