La administración del presidente Donald Trump implementó nuevas medidas migratorias que priorizan la deportación de indocumentados actualmente detenidos en centros de detención. Según un memorándum obtenido por Univisión Noticias, el Departamento de Justicia busca acelerar los juicios de deportación de quienes ya se encuentran bajo custodia, incluyendo menores no acompañados sin patrocinadores y migrantes liberados bajo fianza. La política pretende descongestionar los centros y reducir los costos de retención, pero genera preocupación por el futuro de miles de familias separadas y niños sin tutela.
El documento establece tres niveles de prioridad: primero, los indocumentados con antecedentes criminales; segundo, los menores que cruzaron solos la frontera y permanecen bajo custodia federal; y tercero, los inmigrantes en libertad bajo fianza con procesos judiciales abiertos. Expertos en derechos humanos advierten que esta medida podría acelerar deportaciones sin el debido proceso, dejando a muchos menores vulnerables ante condiciones de riesgo en sus países de origen.
En paralelo, la Casa Blanca y el gobierno mexicano negaron las supuestas amenazas de Trump de enviar tropas a México, tras una llamada con el entonces presidente Enrique Peña Nieto. Pese a las aclaraciones oficiales, la relación bilateral continúa tensa, marcada por políticas migratorias más severas y una frontera sujeta a un mayor control. Organizaciones civiles instan a crear mecanismos humanitarios para proteger a los niños migrantes y a quienes esperan su audiencia de asilo.