La representante de Haití, Raquel Pélissier, fue recibida con orgullo por su destacada participación como segunda finalista en el certamen Miss Universo. La joven modelo expresó su deseo de dar una imagen positiva de su país, resaltando que Haití no solo posee belleza, sino también talento, inteligencia y esperanza. Su desempeño fue celebrado por millones de compatriotas que, después de 42 años, vuelven a ver su bandera en los primeros lugares del certamen.
Durante la entrevista, Pélissier manifestó su gratitud y serenidad ante los resultados, afirmando que su posición fue “la decisión de Dios”. Estudiante de maestría en Madrid, la modelo domina el español con soltura y combina sus estudios con una pasión poco común: las telas acrobáticas, una disciplina circense que demuestra su fortaleza física y artística. Su carisma y elegancia la han convertido en símbolo de orgullo nacional.
El pueblo haitiano celebra su logro como un triunfo colectivo que devuelve visibilidad positiva a una nación históricamente golpeada por crisis y desastres naturales. Raquel Pélissier ha logrado proyectar al mundo una imagen renovada de Haití: moderna, resiliente y llena de potencial.