El 14 de febrero de 2017, San Pedro de Macorís despertó con la noticia más devastadora de su historia reciente: los comunicadores Leonidas Martínez y Luis Manuel Medina fueron asesinados dentro de la emisora FM 103.5 mientras transmitían en vivo su programa Milenio Caliente. Medina fue abatido en plena transmisión de Facebook Live, generando una ola de indignación en todo el país. La grabación, que recogió los disparos, dejó constancia de la tragedia que silenció para siempre dos de las voces más influyentes de la provincia.
Las primeras investigaciones señalaron a José Rodríguez, un hombre de 59 años, como principal sospechoso. Rodríguez fue encontrado muerto un día después con un disparo en la cabeza, en circunstancias aún no esclarecidas. La versión policial apuntó a un suicidio, pero sus familiares afirmaron que fue ejecutado para silenciarlo. Según versiones locales, el conflicto surgió tras una disputa de terrenos adquiridos al Consejo Estatal del Azúcar (CEA), organismo envuelto en supuestas irregularidades de venta y reventa de propiedades.
La población de San Pedro de Macorís exige justicia, mientras las autoridades continúan sin ofrecer un informe oficial definitivo. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa condenó el hecho como un “acto de terror” contra la libertad de expresión. Las muertes de Martínez y Medina, más allá de la tragedia, revelaron un entramado de corrupción que podría extenderse hasta los más altos niveles del CEA. La voz de los comunicadores, que luchaban por denunciar injusticias, permanece como símbolo de resistencia en la memoria colectiva dominicana.