El Ejército y la Secretaría de Marina de México ejecutaron un amplio operativo militar que culminó con la muerte de Juan Francisco Patrón Sánchez, alias “El H-2”, líder del cártel Beltrán Leyva, considerado uno de los grupos más violentos del narcotráfico en América Latina. La acción, llevada a cabo en el estado de Nayarit, fue la respuesta directa a una reciente ola de violencia que dejó múltiples víctimas en la región. El enfrentamiento, grabado por vecinos y difundido en redes sociales, mostró una escena digna de película de acción, con bombardeos aéreos y ráfagas de fuego cruzado entre las fuerzas militares y los sicarios.

De acuerdo con los reportes oficiales, el operativo incluyó dos helicópteros artillados, armas de alto calibre y granadas de fragmentación. Durante la intervención, fueron abatidos siete integrantes del grupo criminal, quienes intentaron resistir el ataque. La muerte de Patrón Sánchez representa un golpe estratégico al cártel Beltrán Leyva, conocido por sus métodos de extrema violencia, entre ellos la decapitación de adversarios y la colocación de restos humanos en lugares públicos como mensaje intimidatorio.

Con esta operación, el gobierno de Enrique Peña Nieto alcanzó una cifra significativa en su política de combate al crimen organizado: 107 de los 122 capos más buscados han sido capturados o abatidos desde 2012, incluyendo al célebre Joaquín “El Chapo” Guzmán. Las autoridades mexicanas destacaron que el objetivo es continuar debilitando la estructura de los cárteles y reducir los niveles de violencia en el país. Sin embargo, los analistas advierten que el vacío de poder podría desatar nuevas disputas entre las organizaciones del narcotráfico.