En su segmento Farándula sin anestesia, Sandy Sandy lanzó una crítica sin ambages contra el equipo Las Águilas Cibaeñas, pidiendo su “desbarate” total salvo por un par de figuras. El comentarista exigió la remoción de la plantilla de directivos y jugadores que, según él, han mostrado un rendimiento inaceptable, y señaló como únicas salvables las actuaciones de Ronnie Rodríguez y Zoilo Almonte. Sandy afirmó que el equipo debe ser reestructurado por completo para devolverle dignidad a su afición.

Con dureza se refirió al pitcheo como el principal problema: reprochó la inacción de los manejadores ante lanzadores que regalaban bases y permitían rallies tempranos, y planteó, en tono irónico, que a esos pitchers habría que “mandarlos a jugar softball los fines de semana” porque —según su criterio— no tienen oficio para el béisbol de alto nivel. Rechazó además que la excusa del ánimo por la reciente tragedia que afectó al béisbol pueda justificar el pobre desempeño en el terreno, y reclamó responsabilidades técnicas y administrativas.

Sandy también aprovechó para felicitar a los Tigres del Licey y su fanaticada por la conquista del título, contrastando la entrega liceísta con la supuesta desidia águila. El llamado final fue claro: reacomodar el equipo, revisar estrategias de picheo y dejar de tolerar actuaciones que, a su juicio, avergüenzan a la institución y a sus seguidores.