La representante de México en Miss Universo se ha convertido en una de las grandes favoritas para alzarse con la corona, gracias a su belleza, preparación y carisma. Su porte elegante, disciplina y actitud segura han captado la atención del público y de los expertos en certámenes internacionales. Las redes sociales no han dejado de elogiar su figura, su dominio escénico y su determinación, que la han posicionado como una fuerte contendiente a convertirse en la tercera mexicana en conquistar el título mundial.

Según allegados, la candidata se levanta a las seis de la mañana para ejercitarse, toma clases de idiomas, cultura y expresión, y se ha preparado intensamente para afrontar cualquier pregunta en la final. Su carácter sincero y su disposición a hablar con la verdad la convierten en una participante con contenido, más allá de la apariencia. Críticos de belleza y seguidores de concursos coinciden en que su desempeño ha sido tan destacado que su nombre suena con fuerza en los primeros lugares de las predicciones globales.

En paralelo, el certamen internacional ha generado gran expectativa por la participación de otras figuras como Dayanara Torres y Lupita Jones, ambas jurados de esta edición. Mientras tanto, candidatas de países como Honduras, Ucrania, Brasil y República Dominicana también acaparan titulares: la dominicana, que logró viajar gracias a una recolecta en línea, ha pasado del anonimato a convertirse en una de las grandes revelaciones de la competencia, demostrando que la perseverancia puede abrir puertas incluso en las pasarelas más exigentes.