Un ex pandillero fue asesinado dentro de un centro de detención en Michigan, Estados Unidos, en un hecho que quedó captado en cámaras de seguridad y ha causado conmoción por la violencia con que fue ejecutado. Según las autoridades, dos hombres enmascarados ingresaron al recinto y abrieron fuego contra las personas que se encontraban en el lugar. Uno de ellos realizó disparos al aire para dispersar a los presentes, mientras el otro ejecutaba directamente a la víctima, quien se encontraba próxima a obtener su libertad.
El fallecido había sido condenado a 19 años de prisión por delitos vinculados a pandillas, pero recientemente su sentencia había sido conmutada por el expresidente Barack Obama, dentro de un programa de reducción de penas a reclusos no violentos. Su liberación estaba prevista para los próximos días, lo que hace que las autoridades sospechen que el ataque fue una ejecución planificada.
Las investigaciones permanecen abiertas mientras las autoridades analizan las imágenes de video y los registros de ingreso al centro. El suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad en las prisiones estadounidenses y la vulnerabilidad de los internos, incluso bajo custodia estatal. Hasta el momento no se han reportado arrestos relacionados con el crimen.