Marino Zapete, en su programa El Jarabe, hizo un enérgico llamado contra el vigilantismo y las reacciones violentas de vecinos que, armados, toman la justicia por sus propias manos. El periodista alertó sobre el peligro de normalizar castigos públicos y ajustes de cuentas, y defendió que la respuesta ante la inseguridad no puede ser sustituir al Estado por la violencia ciudadana.
Zapete subrayó que el castigo físico a presuntos delincuentes, especialmente cuando se escenifica delante de niños, transmite enseñanzas regresivas y legitimiza la crueldad. Recordó además la contradicción social: mientras se aplaude la violencia contra los “ladrones de abajo”, existe tolerancia o protección hacia los grandes saqueadores y corruptos, comportamiento que erosiona la cohesión social y la confianza en las instituciones.
El comunicador instó a fortalecer la actuación policial y los mecanismos judiciales, y reclamó campañas educativas que desalienten la venganza popular. Para Zapete, la solución pasa por instituciones eficaces y transparencia, no por linchamientos ni por practicar la “justicia” con palos y pistolas en plena vía pública.