La controversia por la instalación de la réplica de la Torre Eiffel frente a la Plaza de la Bandera también llegó al humor. En El Show de Raymond y Miguel, los comediantes aprovecharon el tema para montar una parodia que provocó carcajadas entre la audiencia.

En el sketch, Raymond comenzó quejándose de la torre, llamándola “esa porquería”. Sin embargo, la trama dio un giro cuando apareció Miguel y, acto seguido, una mujer preguntando cuánto cobraban por tirarse fotos en el monumento. A partir de ahí, Raymond y Miguel, que nada tenían que ver con la construcción, empezaron a planear cómo sacarle provecho económico a la réplica, calculando tarifas y haciendo números en vivo, como dos buscavidas aprovechando la ocasión.

La sátira reflejó la reacción popular ante el alto costo del proyecto y la percepción de que muchos buscan sacar ventaja de cualquier situación. Con su estilo pícaro, Raymond y Miguel lograron transformar una polémica real en un sketch que conectó con el sentir de la gente y consolidó aún más la línea del renovado espacio, El Show de Raymond y Miguel.