Consuelo Despradel abrió su programa matutino con críticas duras contra los medios de comunicación, a quienes acusó de no entender resultados como el Brexit ni la victoria de Donald Trump. Señaló que la prensa —según su visión— sigue anclada a lecturas previas que no explican los cambios en la conciencia electoral y la sorpresa ciudadana.
En su intervención, Despradel vinculó la llegada de Trump a la Casa Blanca con un giro geopolítico: mencionó la proximidad entre Trump y Vladimir Putin y citó advertencias de figuras como Jill Stein sobre posibles tensiones internacionales. También afirmó que existe una presión de lo que denominó “la industria de la guerra”, capaz de incentivar conflictos; incluso sostuvo, en términos contundentes y sin pruebas públicas aportadas en el programa, que esa presión podría llegar a extremos violentos contra el mandatario electo.
Periodísticamente, cabe subrayar que las aseveraciones de Despradel son opiniones del programa y no constituyen evidencias verificadas. Sus denuncias y pronósticos merecen tratamiento crítico: requieren contraste, fuentes y verificación independiente antes de tomarlas como hechos. La discusión plantea, en todo caso, la necesidad de distinguir entre análisis político, especulación y afirmaciones que puedan alimentar alarma pública.