Una agente de la Guardia Civil que se encontraba de servicio en un barrio de Brasil se convirtió en protagonista de un dramático hecho al impedir un asalto en plena vía pública. La uniformada, que notó la actitud sospechosa de un individuo que rondaba una tienda, reaccionó de inmediato cuando el hombre armado inició el atraco pese a la presencia de varias personas en el lugar.
Según testigos, la mujer desenfundó su arma sin titubeos y abrió fuego contra el agresor, impactándolo en el pecho. El delincuente murió en el acto tras recibir un disparo directo al corazón, mientras los ciudadanos que se encontraban cerca resultaron ilesos.
El hecho generó un intenso debate en la comunidad sobre la seguridad y la reacción de las fuerzas del orden frente a la delincuencia. Para algunos, la actuación de la agente evitó una tragedia mayor; para otros, la escena evidencia los altos niveles de violencia que se viven en Brasil.